Temporeros En Un Solo Extremo

Al investigar y al abordar el tema de conciliación del trabajo y la familia, nos encontramos con trabajos e investigaciones que nos hablan del aumento de la inserción laboral de las mujeres, los distintos problemas psicológicos que trae consigo una jornada de trabajo extensa, las dificultades conyugales que puede traer esta problemática, la necesidad de una distribución equilibrada para un buen desarrollo de los hijos, etc. Todo esto en muestras en donde las personas son, en cierto sentido, representativas de la normal de la sociedad chilena. Pero las cifras variarían notablemente si es que se implementa un test de angustia, por ejemplo, en situaciones extremas como es en el caso de los temporeros.

En Chile existen cerca de 400 temporeros, de los cuales 250 son mujeres, que en su gran mayoría son jefas de hogar. Estas cifran reflejan que un número considerable de personas se encuentran en una situación de desamparo sobre la conciliación de trabajo-familia. Esto si consideramos que la mayoría de los temporeros trabajan a trato (se fija un monto a saco o caja de productos recolectados), en donde muchas veces para cumplir dicho trato o simplemente para ganar más dinero se debe laburar en horas extras que no son remuneradas, alcanzando un total de 16 horas de trabajo al día, según lo grafica el diputado Enríquez-Ominami en una columna de La Nación.

Si a este problema la sumamos la falta de salas de cuna en lugares en donde trabajan mujeres temporeras que son jefas de hogar, por la irresponsabilidad de los jefes de las empresas contratistas, como lo refleja Karla Cucumides que nos declara que “Según lo indicado en la ley, en los lugares donde hay trabajadoras temporeras, que a su vez sean madres, deben existir salas cuna para el cuidado de los niños. Pero esto no sucede muy a menudo, dado que la ley especifica que por cada 20 temporeras contratadas, debe existir una sala cuna, con lo que se permite que el contratista no exceda de 20 mujeres contratadas en estas condiciones.”.

Los dos puntos conflictivos abordados en los párrafos anteriores, nos llevan a una reflexión en donde una buena conciliación trabajo-familia es casi impensada por estos trabajadores, gracias a las desfavorables condiciones que poseen en el mundo laboral. Produciendo así un deterioro en la calidad de vida de estas personas, tanto a nivel de ocio, como a nivel conyugal y de familia.

Los temporeros, pese a ser una mano de obra fundamental en la exportación de frutas y de vinos al extranjero (ámbito en donde al país ha crecido favorablemente), no se les trata como tal, es más son pasados a llevar en su dignidad y en sus derechos fundamentales. Actualmente el gobierno no brinda mucho apoyo a estos trabajadores, e incluso al buscar información sobre este tema (conciliación familia-trabajo) en el agente regulador del trabajo del estado (Dirección del Trabajo [www.direccióndeltrabajo.cl]), no se puede hallar ni una mención al respecto.
Para finalizar, quisiera decir que los temporeros(as) al no tener recursos para obtener empleos “mejores” se conforman con este sistema, que pese al ser muy desfavorable los ayuda a subsistir y/o a sobrevivir en una sociedad que poco a poco esta siendo consumida por el mercado. Ahora ellos se conforman, ¿y Tú?

..There´s a Big

A Big Hard Sun

Beaten on the Big People

In the Big Hard World...

Eddie Vedder - Hard Sun

Bibliografía:
Enríquez-Ominami, M (2006). Diarío la Nación.
http://www.rel-uita.org/sindicatos/1demayo-noticia.htm

Cucumides Medina, K (2005) ver en http://base.d-p-h.info/es/fiches/dph/fiche-dph-6627.html